Al andar se hace camino y aquí empieza el mío. Por suerte no ando sola, porque aunque serán mis pies los que pisen suelo africano, me llevo en el bolsillo un poco de cada uno de vosotros.

Y es que sin vuestra ayuda no estaría aquí escribiendo estas líneas, así que esta primera entrada desde suelo español tenía que ser, indudablemente, un gracias gigante.

Gracias, familia, por darme todo vuestro apoyo desde el día (lejano ya) en que dije "estoy pensando que...". En especial, gracias mamá por tu paciencia, tu cariño y tus consejos, y porque siempre sabes qué hacer para tranquilizarme.

Gracias también a mis amigos, porque esteis cerca o lejos, siempre os siento al lado. Habeis estado conmigo en todo el proceso, aguantando estoicamente mi estrés, nervios, incertidumbre, compartiendo las buenas noticias y también las malas y dándome ánimos en los momentos de flaqueza (que los ha habido, ¿verdad?). Vuestros mensajitos, llamadas e incluso visitas express me han dado energía para comenzar esta aventura!!

Gracias Fran, porque sé que no es fácil, pero sé también que cuento contigo, que compartes esta experiencia desde lejos, y eso me alegra todos y cada uno de los minutos.

Y por supuesto, gracias a ONGAWA y a la Universidad de Salamanca, que han hecho posible que llegue este momento, y sobretodo, gracias a mis tutoras (en particular a mi "hada madrina" que me apoya en este proyecto como en tantos otros desde que entré en la facultad).

Una buena amiga me ha dicho: "deja que esto te cambie la vida", y así, con una mezcla de ganas, nervios, alegría y una pizca de miedo a lo desconocido esta swahili girl empieza su viaje, invitando a todo el que quiera unirse! Porque al andar, se hace camino.